La maestría en "Gestión estratégica en prevención de desastres" inicio el 11/06/2015, como alternativa de estudios de cuarto nivel, dirigido a funcionarios de los organismos de seguridad ciudadana (Bomberos y Protección Civil) que tenían la iniciativa de proseguir estudios y alcanzar un nivel de formación académica, por medio del cual se acreditaran sus competencias profesionales, basadas en su experiencia profesional, tomando en cuenta una serie de unidades curriculares que reforzaran sus conocimientos técnicos y ampliaran la visión adquirida en temas de la gestión para la reducción del riesgo de desastres.
Importante destacar, que este proyecto tiene sus bases en la continuidad y mejoramiento del proyecto anterior de la licenciatura de Gerencia en atención de emergencias, con la cual se logró formar y titular a un grupo de funcionarios.
Un proyecto, un sueño un logro.
Formación gerencial
La Maestría en Gestión Estratégica en Prevención de Desastres y la licenciatura, Gerencia en Atención de Emergencia tienen como objetivos, formar en temas gerenciales y de toma de decisiones a Bomberos y aquellos funcionarios de los organismos de seguridad ciudadana que deseen una formación integral y la acreditación de competencias en la atención de emergencias, la gestión de riesgos y la seguridad, entre otros.
sábado, 14 de enero de 2017
viernes, 13 de enero de 2017
COSMOVISIÓN DE LA GESTIÓN DE RIESGOS
Desde
que el hombre tenga memoria sobre su existencia y haya dejado relatos escritos
o de generación en generación, se conoce que el planeta tierra ha experimentado
diversos eventos catastróficos, considerados desastres. Algunos de estos
eventos fueron recopilados por los griegos, quienes en sus narraciones,
indicaban eventos que habían destruido poblaciones enteras, también podemos
encontrar eventos de este tipo en la biblia; esto nos indica que nuestro
planeta ha estado en constante transformación, de forma lenta o súbita.
Pero
detengámonos un momento a pensar, si es una constante que en nuestra tierra se
generen eventos naturales, por medio de
los cuales se libera energía, ¿por qué seguimos siendo afectados por ellos? La
lógica nos indicaría, que debemos alejarnos de los riesgos, de los peligros,
pero aun así, seguimos estableciendo asentamientos humanos en zonas peligrosas;
bueno, esto nos lleva a través del tiempo a analizar distintas culturas,
distintas etapas de la evolución, de conquistas, entre otros, esta es la
relación, humano-naturaleza-universo.
Si
debe existir una relación armónica entre el hombre y la naturaleza, qué ha
estado pasando durante este tiempo de evolución humana. Si nos fijamos en la
historia, los cavernícolas habitaban la tierra y aprovechaban los recursos que
estaban a su alcance, sin alterar su entorno, luego avanzaron a convertirse en
cultivadores, luego a cazadores, así que iban dando pasos a su evolución, de
igual manera lo estaba haciendo el planeta, seguían ocurriendo eventos, sismos,
erupciones volcánicas, inundaciones, crecidas torrenciales, pero estas tal vez
no afectaban a esos primeros hombres y mujeres, porque simplemente, estos se
mantenían alejados de las zonas que ofrecían un peligro para ellos.
Luego
el hombre comenzó a establecer sus comunidades cerca de los valles, donde le
fuese más fácil conseguir sus alimentos, cerca de los ríos donde encontrar el
agua, y así sucesivamente, comenzó a privar la comodidad sobre la seguridad. El
hombre fue cambiando su mentalidad, desde el punto de ser un elemento más de la
naturaleza, a querer ser el dueño y dominante de ella. Pongamos un ejemplo; el
volcán Vesubio ubicado en Italia, desde las narraciones de los griegos y los
romanos, se evidencia la violencia de sus erupciones y como una de ellas acabo
con Pompeya y Herculano, destruyendo por completo esos pueblos, pero hoy en día
Avellino, San Giuseppe Vesuviano, Nápoles y otras ciudades se han establecido
alrededor el monte Vesubio, lo que las puede convertir en posibles víctimas de
una erupción volcánica en el presente, convirtiéndose en un desastres, debido
al número de habitantes actuales.
Este
es un claro ejemplo, de lo que el hombre puede generar por realizar
asentamientos en zonas bajo amenaza, lo malo es que no es el único a nivel
mundial. Ahora, esto nos puede generar otra interrogante ¿Por qué nuestros
pueblos aborígenes no eran afectados por los desastres?, ¿será que tenían más
conocimiento sobre estos eventos que los hombres actualmente? O simplemente,
existía un respeto por la madre tierra, se puede llegar a la conclusión, que la
respuesta está en el respeto hacia la madre tierra, este respeto no solo lo
tienen los pueblos indígenas, sino también una serie de culturas en toda la
tierra, pocas cultura, pero al fin, son varias las personal que se preocupan
por la naturaleza y sus efectos sobre el hombre. En otras palabras, es el
hombre el que está generando las condiciones de vulnerabilidad y riesgo, al
estar conviviendo con las amenazas día a día.
Los desastres no
constituyen hechos súbitos o aislados de la vida normal de las comunidades. Es
necesario entenderlos en el contexto del territorio y de los procesos de
desarrollo, en virtud de los cuales la comunidad afectada entra en interacción
con los ecosistemas que ocupa o sobre los cuales interviene. (Organización de
las Naciones Unidas para la educación la ciencia y la cultura, 2011, p. 10).[1]
Como
consecuencia a esta desconexión entre el hombre y la naturaleza, se han
generado cada vez más eventos naturales adversos, que se han convertido en
desastres debido a la presencia del ser humano en las zonas de amenaza, cada
vez se puede ver en prensa y televisión que el número de muertes y de
destrucción es mayor con cada evento. Hay naciones que están tomando en serio
las consecuencias de los fenómenos naturales en su población, pero también hay
otras que aún están rezagadas en materia de gestión para la reducción del
riesgo de desastre.
Si
las naciones toman consciencia sobre el tema de la gestión de riesgos, desde el
punto de vista prospectivo y correctivo, muchas de las consecuencias negativas
que se ven como resultado de un desastre serán cada vez menores, debido al
aumento de una cultura de riesgo, mejores sistemas de corrección y disminución
de amenazas, mejor preparación de la comunidad para su autoprotección, entre
otras múltiples actividades que se pueden desarrollar, para que la población se
sienta segura; caso contrario, cuando una nación no se preocupa por invertir en
la gestión para la reducción del riesgo de desastres, tiene como consecuencias
grandes pérdidas humanas y material y un notable retraso en su producción,
convirtiéndose estos eventos y consecuencias en una carga muy pesada para
cualquier gobierno.
El
tema de una gestión prospectiva va más allá del querer hacer las cosas, de solo
tener intenciones, esta gestión se basa en acciones y en la toma de decisiones
de distintos niveles, donde el Estado es el primer garante para que se
garantice el cumplimiento de las normativas e instrucciones emanadas por
equipos de trabajo multidisciplinarios, donde la transversalización de
funciones juega un papel muy importante, ya que todos están involucrados desde
el campo de su especialidad. La gestión de riesgos, es tarea de todos, desde el
ciudadano común, hasta las máximas autoridades de un país.
En
el caso de Venezuela, se tiene la Ley de gestión integral de riesgos
socionaturales y tecnológicos y en su articulado, deja muy claro las funciones
y los compromisos de cada instancia y como se debería abordar el tema, no solo es una política de
estado, sino un compromiso colectivo, en el cual los organismos de seguridad
ciudadana como Bomberos y Protección Civil, son órganos contralores de la
gestión de riesgo, más no son los únicos ejecutores o respondedores, hay que
saber distinguir tres aspectos importantes de la gestión de riesgos, la gestión
prospectiva, la gestión reactiva y la gestión correctiva, y esta se abordará en
un artículo posterior.
Por: Leidy Parra
[1]
Organización de las Naciones Unidas
para la educación la ciencia y la cultura (2011). Manual de gestión de riesgos
de desastres para comunicadores sociales.
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